Atleta de Montevideo de 28 años que representará a Uruguay en los Juegos Olímpicos de Tokio en la disciplina 800m.

¿Cómo fue el proceso de llegar a ser deportista profesional? ¿En qué momento te diste cuenta que te dedicarías completamente al deporte? 

En realidad, no fue un momento sino un progreso.  Descubrí que me encantaba el deporte cuando era muy chica y lo seguí haciendo hasta el día de hoy.  No fue un descubrimiento en mí, sino que el deporte es parte de una cultura y, cuando uno tiene una cultura del deporte, lo vive con naturalidad y normalidad.

¿Cuándo y dónde fue tu primer gran logro?
Fue cuando tenía 16 años en el mundial de menores que fui medalla del mundo.  Ese fue mi primer gran resultado. 

¿La mejor marca, tiempo, o récord hasta el momento? 

Mi mejor marca es y récord nacional es 2´00”20 así también como mejor posición a nivel de Sudamérica.

¿Objetivo principal como deportista? ¿Y como persona?

Como deportista y como persona, mi objetivo principal es ser feliz y pasarla bien. Cuando uno hace las cosas con gratitud y divirtiéndose las cosas buenas vienen. Entonces, hay que pasarla bien y divertirse y no olvidar la razón por la que uno hace las cosas. Me he propuesto en mi vida hacer lo que tengo ganas de hacer. Lo que no tengo ganas de hacer, no lo hago. Si lo hago, debería ser, por ejemplo, como una obligación. Pero en verdad  mi gran objetivo es pasarla bien.

¿Sponsors y apoyo?

Me apoyan Secretaría Nacional del Deporte, Fundación de Deporte Uruguay, Comité Olímpico Uruguayo, Confederación Atlética del Uruguay.

Mis sponsors son Nuevo Centro Shopping, Nike, Herbalife, Fidocar.

¿Un sueño?

A largo plazo, cuando tenga 75 años u 80, me pueda mecer en una reposera, mirar el horizonte, el atardecer o el amanecer y decir: “en mi vida hice todo lo que tenía ganas de hacer. Viví, hice, deshice, cometí errores o aciertos, hice todo lo que tenía ganas de hacer”.

Agradecimientos:

Agradezco a todas aquellas personas que quieren que al deportista le vaya bien, y que nos acompañan y nos apoyan; invierten no solo económicamente, sino también a nivel emocional mandando mimos y agradecimientos y los mejores deseos para que nos vaya de la mejor manera en estos Juegos Olímpicos. Agradezco a mi psicólogo, a mi entrenador, sobre todo a mi familia que no ha dejado de confiar en mí. Agradezco también a la vida por nunca desistir.